¡A mi no me gusta la navidad!, me dije entrando Diciembre.
A mi, definitivamente, no me gusta la navidad..., me dije el 20 de Diciembre mientras hacía la maleta metiendo todos los pares de calcetines posibles, mis pantalones preferidos, un par de recuerdos lejanos,
los tacones más altos que encontré en el armario y una gran nostalgia colocada con la mayor delicadeza posible para evitar que el viaje la estropeara y me impidiera recordar lo poco que me gusta la navidad.
Llegué a casa cargando con la maleta,
agradeciendo no ver ni rastro de ella por ningún sitio,
cuando abrí la maleta, cogí ese par de recuerdos
y ese puñado de nostalgia y entonces lo supe,
supe que si las había guardado
no era para recordarme lo poco que me gustaba la navidad,
era precisamente para recordarme
lo mucho que me había gustado tiempo atrás.
Entonces me sorprendí a mi misma y sin darme cuenta
empecé a montar un árbol,
lleno de bolas que apenas tenían un par de años
pero que para mí seguían siendo las mismas
de cuando tenía cinco, seis, siete y ocho años.
Y es que al final va a resultar que estamos en fechas llenas de magia,
magia suficiente como para ser capaz de ver,
que aunque haya un bosque lleno de árboles fríos y congelados,
siempre termina asomando el destello de luz de un árbol lleno de ilusión.
Sabes, a mi la navidad me sigue encantando como cuando era un enano! :)
ResponderEliminarFeliz Navidad babeluchi! Espero que vaya todo genial, yo en breve me voy a vivir a Inglaterra, estas navidades me ha tocado la lotería en forma de trabajo allí, así que te espero más que encantado!
Un beso y que en el 2012 todo vaya bien, abrazos!
Preciosa entrada, como siempre repleta de sentimientos bellos, no puede ser de otro modo, no me ha tocao el gordo pero te tengo a ti cuando vuelva, lo cual es INFINITAMENTE mejor =) te quiero =)
ResponderEliminar